David siempre quiso que Okita tuviera tramas y texturas.
Quizá mi Okita era muy plana y tenía demasiado pelo.
Esta nueva Okita ha perdido la melena, sonríe menos y ya no
es tan niña.
Los pulpos amarillos ahora son verdes y no tienen
tentáculos.
El club de los sueños se ha parado.
Se ha parado, pero David siempre quiso que Okita tuviera
texturas...
Okita quería que Andrea fuera otra cosa...
Ninguna quería que los sueños se pararan...
Nadie consiguió su objetivo.