martes, 23 de septiembre de 2008

Caliza rescatada

Sin darse cuenta…

Sin apenas notarlo, y casi sin dolor perceptible, cada vez está más cerca de ser una figura exenta…un vulto redondo fuera de un mundo de relieves.
Varios siglos de embestidas de mar, existiendo como un acantilado bañado de aguas bravas, primero esperando y luego buscando una solución, que era sencilla; ha aprendido a utilizar el castigo de las mareas altas a su favor, y cada ola en marejada es un poderoso cincel que con los golpes de viento perfila el perímetro de sus formas, liberando la unión con el bloque que la mantiene rígida, adherida a sus angulosas formas.
Una esfinge de piedra que anhela ser mujer en un mundo de mortales. Una embrujada escultura modelada en caliza que se está volviendo granito, pero que persigue un alma de carne y hueso.
A solo un paso de romper las pequeñas maromas que la exponen al estilo de un juguete Nobuyoshi, sigue esperando y luchando... Las estrellas de la noche la acunan con historias fantásticas sobre el día que un héroe cortará las sogas que la retienen...
Lo necesita realmente, ? No, ya no necesita que nadie la salve, siente que se ha rescatado sola, pero después de escuchar las historias de los astros, al alba, canta siempre entre susurros, por si acaso…

Porque seamos sinceros, todos necesitamos un héroe de vez en cuando…, y ningún cuento de princesa en apuros puede llegar al final sin él.








Este Post no habría sido posible hoy sin el rescate de uno de esos inesperados héroes; el compañero Mahou.
Muchas gracias por el salvavidas!

Mención especial para más héroes:
Manolo por reactualizarme
Mónica por los momentos Ikea
Papá por arreglarlo todo…

Un rescate no ha de ser siempre a vida o muerte, ni un héroe debe estar recubierto de armaduras. Cualquier detalle nos convierte cada día a todos en rescatadores y rescatados indistintamente.