miércoles, 30 de octubre de 2013

Ocaso de Glosoli III

 Esta vez... empiezo por el final...




Desaprende.

Haz cosas diferentes y obtendrás diferentes resultados. Desaprende.

Pequeñas garrapatas agarradas a las historias del pasado, creyendo que cualquier tiempo fue mejor. Reflexionando en antiguos momentos de felicidad, con las personas que ya no están… Desaprende.
Intoxicados con noticias, con tecnología, con lo que te han dicho que es bueno o malo, con lo que se supone que merece la pena vivir para que tu existencia merezca la pena. Llenos de rencores que no te pertenecen, sino que las leído u oído…Desaprende.
Navegas por la red, oyes música, ves la televisión, compras en el supermercado o por la red, no sabes como se llaman tus vecinos, y tu familia es un recuerdo que viviste en la infancia. No sabes de donde viene la mantequilla o como es el árbol del pistacho, pero los comes a menudo. Poseer se convirtió en una obsesión, y aunque no soportas a esos niños caprichosos que lloran cuando no consiguen lo que quieren, los alimentas cubriéndolos de regalos. Calculas el amor con datos objetivos  para poder sumarlo o restarlo. Desaprende.
Crees que haber vivido cosas interesantes te hace interesante, pero careces de la inteligencia de saber apreciar la belleza en las cosas pequeñas. Pones valores numéricos a la felicidad; cuánto ganas, cuántos metros tiene tu piso, cuántos amigos tienes, a cuantos festivales, conciertos, espectáculos has ido, cuántos personas te has follado, cuántos contactos tienes en las redes sociales… pero no te paras a pensar a cuantas personas has amado y si se lo has demostrado, o si te has disculpado con las que has herido. Sabes cuantos libros has leído, pero no tienes ni idea de si aprendiste algo de ellos. Quieres que salgamos de una crisis para poder disfrutar de todo lo que tenías antes pero que no te aportaba nada. Anhelas volver a lo que te destruyó solo porque lo conocido es cómodo, aunque sea una verdadera mierda. Desaprende.
Vuelve al origen, vuelve a la pobreza, vuelve a la soledad, vuelve a valorar el amor, no como moneda de cambio, sino como sabia para mantener las raíces en el suelo. Mira un árbol, un charco, dúchate sin jabón un día, Joder! O no te duches un tiempo! Apaga el móvil unos minutos, come algo que no sea prefabricado, intenta no juzgar con una idea preestablecida por una semana, deja de pensar en cuando te creías feliz, da una oportunidad al presente, a un presente lleno de origen, con los ojos de un niño, de un bebe, de un bebe de hace 1000 años. Desaprende.

Tenía fe… pero ahora miro a mi alrededor… y ya no creo en nadie, y lo peor de todo, ya no creo en mí.

Quiero salir de esta ciudad oscura, donde no pasa nada, soltar los amarres, salir del granito. Ya no creo ni en los que desaprenden… todo el mundo miente, todo el mundo tiene miedo… el peor miedo de todos; el miedo a la libertad (enlace).