jueves, 26 de junio de 2008

Canibalismo… ¿Un mito?



- Hasta una pequeña raspita tiene la virtud suprema de tener alas, no? A volar con ellas si se le antoja así y ese es su puñetero sueño, aunque ese sueño esté en el espacio o aunque ese sueño solo sea seguir nadando en mares color naranja. O usarlas para viajar en el tiempo y mirar a los ojos de sus ruinas de igual a igual, no crees?
- Como no ha de tener derecho, cuando hasta la piraña que se la comió posee esa elección infinita y navega con las suyas.
- Lo piensas de verdad?
- Por supuesto.
- Pues entonces hay algo que no entiendo.
- Pregunta…
- Si así lo crees, cuéntame… porque o bien estás mintiendo o a parte de piraña has de ser también besugo. Quizá mis ojos me engañan, pero eso que tienes en la boca no es una de mis alas?
- No seas así, no entiendo porque te ofendes. La necesito, o acaso no ves que tengo trozos de tu carne entre mis dientes!!!
- Antropófaga, entonces?
- No, solo somos peces… solo buscamos un sitio entre la humedad donde se oiga el latido de la compañía, lo buscamos, de cualquier manera, cueste lo que cueste. Miramos por nosotros... pese a quien pese.
- Comiéndonos?
- No, simplemente…sobreviendo. El derecho a volar te lo quitas tú culpando a la naturaleza del caníbal. Solo tenías que haber sido más lista o más rápida, raspita… Aprende, o la próxima vez no quedará de tí ni la sombra de tus restos.

domingo, 15 de junio de 2008

Los tiempos cambian


No recuerdo cuanto tiempo tiene esta ilustración... varios años. Pero si recuerdo lo mucho que disfrutaba diseñando trajes de época. De algún modo me hace recordar lo que cambian nuestras vidas y las cosas con las que nos sentimos satisfechos, como avanzamos hacía algunos sitios y retrocedemos algunos caminos. Ahora creo haber avanzado mucho en expresión, pero sin embargo tengo menos paciencia para dedicarme a ilustraciones tan detallistas. He apartado de alguna manera ver cada centímetro de un dibujo, ahora el conjunto es lo que me parece bello, y sobre todo lo que él significa. Haciendo un verdadero juicio apodíctico, que mejor decir que nuestro arte avanza de la mano con la realidad que nos rodea. Me alegra mirar el conjunto, me alegra no ver belleza solo en el detalle, me alegra verla en la idea general; en el arte, en el mundo y en las personas…

miércoles, 11 de junio de 2008

Absurda distribución de la materia


Un ridículo desmonte, de tanto escavar casi intuyo una línea oscura resbalando desde las uñas.
No busco la pretenciosa vista desde Luxor. Mi arquitectura es mucho más sencilla;
pequeños puñados de arena para este grotesco trasvase; donde no dejo de sacar arena de debajo de mis pies, y colocarla entre el resto del mundo y el suelo, poco a poco se ha convertido en un profundo agujero y una montaña desde la que podéis verme desde lejos, pequeñita, pero algún día esa distancia será tan grande que ni siquiera podremos intuirnos, ni por supuesto recordarnos.

El cuento de todos… la verdad de nadie!




martes, 3 de junio de 2008

El viaje del Capitán Amhailt


Los hombres de mar son fuertes…
Los hombres del Norte son valientes…

Pueden despertarse cada día en un indeterminado punto del Océano sin que les tiemble la barbilla, y no echan raíces, no las necesitan; sus raíces, están en otro plano, están en un punto incomprensible para el resto de los hombres, su raíz es la búsqueda. Aunque nadie los comprende.

Pero, a veces tienen miedo, a veces, se pierden en túneles oscuros en los que no atisban un final claro; la incertidumbre de oscuridad de un túnel que no parece tener final, o un final que quizá sea el principio de un nuevo túnel... Y esa duda es menos tangible que una tormenta en alta mar.

Pero estoy tranquila, se que aunque su embarcación se zarandee resquebrajada, los hombres de mar nunca sueltan el timón. Sujetan amarras. Izan banderas. Si no lo hicieran perderían su próximo viaje; eso nunca lo hará un hombre con alma de ballena.

Hoy hablaba con otro marinero que se perdió en la oscuridad;

-Los hombres valientes no pueden perder la perspectiva… como las ballenas
-Por qué?
-Porque hasta los grandes y fuertes hombres corren el riesgo de ser heridos.
-Es más, cuanto más grande, más superficie en la que poder ser atacado, has intentado matar una mariquita con un arpón?
-De nuevo tranquila, ahora se que sabes que debes protegerte…

Hoy ha vuelto el capitán, sano y salvo.
Mañana volverá el marinero, no tengo dudas.

Os espero en el puerto, tenéis historias que contarme, porque os quiero… porque quiero oírlas.